La caída de los precios
del petróleo desde el último trimestre de 2014 afectó negativamente las
finanzas del Estado venezolano. En 2015 estimamos que el precio promedio del
barril del petróleo ronde los US$46,2bl, una disminución de US$42,6/bl en
comparación con el precio promedio de 2014. Dado que el 96,3% de nuestras
exportaciones son petroleras, esta caída de los precios reducirá para este año
los ingresos en divisas en un 50,0% aproximadamente.
En un modelo productivo
y diversificado la caída en el precio de venta de uno de sus bienes de
exportación no tendría mayor impacto. Sin embargo, habida cuenta de la falta de
diversificación del sector productivo venezolano, una caída, y además abrupta,
en los precios de los bienes de exportación repercute drásticamente en la
capacidad de respuesta del Estado ante sus compromisos externos (deuda externa)
e internos (planes de inversión, gasto social, pasivos internos, entre otros).
En un escenario de caída
de los ingresos en divisas, el financiamiento externo debería ser una opción
viable para obtener los recursos necesarios para dar continuidad al modelo
económico sin mayores ajustes. Sin embargo, en el caso de Venezuela esto no es
una opción, debido a las altas tasas de rendimiento exigidas por los mercados
internacionales a raíz del alto riesgo país.
Los reyes de la incertidumbre. El
riesgo país es un indicador que refleja el riesgo inherente a cualquier
transacción, operación y financiamiento de un país a otro, o dicho de otra forma,
es un indicador que se usa para medir cuál es el riesgo de incumplimiento de
pago frente a los tenedores de bonos soberanos.
El riesgo es el reflejo
de la incertidumbre; mientras mayor sea la incertidumbre de un país, mayor será
el riesgo asociado a sus operaciones. Entre los principales factores que toma
en consideración este indicador se encuentran: el entorno económico, el entorno
político, el marco institucional y la sinergia entre los diferentes actores de
la sociedad.
En ninguno de estos
aspectos Venezuela se encuentra bien posicionada, sobre todo en los últimos
años en los que la actividad económica se ha visto mermada por las crecientes
distorsiones generadas por el modelo económico-político.
El entorno económico del país
no pinta nada bien. El año 2014 cerró con uno de los peores desempeños de la
historia, observándose un escenario de estanflación. Por su parte, en 2015 la
economía pasará a estar en lo que es conocido en la literatura como recesión
estructural. Asimismo el déficit fiscal alcanzará el 16,8% del PIB, y el
servicio de la deuda para este año se estima que ronde los US$10.121 millones
(sin tomar en cuenta la amortización de créditos multilaterales).
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