La determinación del
tipo de cambio se realiza a través del mercado de divisas. El tipo de cambio
como precio de una moneda se establece, como en cualquier otro mercado por el
encuentro de la oferta y la demanda de divisas. Si se analiza, por ejemplo, una
situación hipotética, en la que solo existen dos monedas el euro y el dólar. La
demanda de dólares (oferta de euros) nace cuando los consumidores de los
distintos países europeos necesitan dólares para comprar mercancías procedentes
de Estados Unidos. De la misma forma se necesitan dólares si una empresa
europea desea comprar un edificio en Nueva York, cuando un ciudadano alemán
viaja como turista a San Francisco o si una empresa sueca compra acciones de
una entidad norteamericana, pero todavía puede existir una razón adicional para
demandar dólares que es la pura especulación, es decir el pensamiento de que el
dólar va a subir de valor respecto al euro provocará que la demanda de dólares
suba.
Si se analiza al
contrario, la oferta de dólares (demanda de euros), esta se realiza por todas
aquellas empresas y ciudadanos que necesitan euros para sus necesidades (básicamente
las mismas que hemos analizado antes, compra de bienes y servicios, inversiones
y especulación.)
El equilibrio en un mercado
competitivo entre la oferta y la demanda marcará el precio del dólar respecto
al euro o lo que es lo mismo el precio del euro respecto al dólar. En los
mercados de divisas se conoce depreciación como el descenso del precio de una
moneda respecto de otra.
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